Salmos 126
Cuando Jehová hiciere volver la cautividad de Sion, Seremos como los que sueñan. Entonces nuestra boca se llenará de risa, Y nuestra lengua de alabanza; Entonces dirán entre las naciones: Grandes cosas ha hecho Jehová con éstos. Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros; Estaremos alegres. Haz volver nuestra cautividad, oh Jehová, Como los arroyos del Neguev. Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán. Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; Mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas.
TODO COMIENZA CON UN SUEÑO
1. Cuando estamos esclavizados por el sistema, nos es imposible soñar.
“Cuando Jehová hiciere volver la cautividad de Sion, Seremos como los que sueñan.”
Quien escribe este salmo recuerda el dolor que significó haber sido esclavo en tierras extrañas. Hoy el sistema en que vivimos muchas veces nos oprime y domina, llevándonos a invertir todo nuestro esfuerzo y tiempo en objetivos efímeros que a la larga nos llevan al fracaso. Un esclavo trabaja para su amo, no recibe la paga por lo que realmente significó su esfuerzo. Su único objetivo es agradar a su señor por temor a perder su vida. No se puede proyectar hacia algo mayor, no posee identidad y lo más terrible es que ha perdido su capacidad de soñar.
La obra redentora de Jesucristo nos hizo libres una vez y para siempre, solo que la decisión de liberarte es pura y exclusivamente tuya. Jesús no murió para que hoy te sientas fracasado, sin rumbo, sin objetivos claros, sin sueños. Dios puede revertir toda situación de esclavitud, no tienes que vivir agradando al sistema, tienes que vivir agradando a Dios, entonces serás como los que sueñan. Dios tiene sueños contigo, con tu familia y con tu generación. Deja ya se servir a este sistema y empieza a soñar en grande.
2. Cuando perdemos la capacidad de soñar perdemos la alegría de vivir, la alegría de asistir a las reuniones, la alegría de servir, la alegría de predicar.
“Entonces nuestra boca se llenará de risa, Y nuestra lengua de alabanza;”
ALGUIEN QUE TIENE SUEÑOS, ES ALGUIEN QUE RÍE
ALGUIEN QUE TIENE PESADILLAS ES ALGUIEN QUE LLORA
Que triste es ver a cristianos que lloran por el pasado, por lo que no alcanzaron habiendo trabajado muy duro. Entonces vienen a la iglesia a pedirle explicaciones a Dios y los podemos ver que solo lloran, se lamentan o tratan de pedirle a Dios que le ayude a lograr a alcanzar sus anhelos personales. Dios, quiero un automóvil nuevo, quiero una casa propia, quiero un sueldo mayor, quiero vestirme a la moda, quiero el último teléfono celular… y lloran, no hay alegría permanente en sus rostros, solo cuando logran agradar al sistema pero luego vuelven al lamento.
Pero aquellos que han alcanzado madurez, quienes son verdaderamente libres del sistema y quienes dejan todo por alcanzar los sueños de Dios, cada vez están más felices, existe una alegría contagiosa y que es agradable a quien se le cruce por delante. Ellos sirven a Dios con diligencia, con amor, han llegado a comprender donde está es secreto de una vida próspera. Ellos cada día son más bendecidos, se les añaden la prosperidad y las riquezas materiales ya que Dios es su Señor y reciben sin límites, ellos corren detrás de un sueño grande, un sueño de Dios.
3. Para que Dios haga grandes cosas conmigo, necesito tener grandes sueños
“Entonces dirán entre las naciones: Grandes cosas ha hecho Jehová con éstos.”
PRIMERO SON LOS GRANDES SUEÑOS, LUEGO VIENEN LAS GRANDES COSAS
Cuantas veces le pedimos a Dios que haga con nosotros grandes cosas, que nos suelte grandes recursos. La pregunta es ¿Para Que?
Cuando tengo claro mi sueño, cuando no hay nada que me haga desistir del mi llamado, ahí es cuando Dios empieza a mover su mano sobre tu vida, empezamos a vivir en lo sobrenatural de Dios, deja de ser una simple canción para ser una experiencia diaria. Vemos lo que nadie ve, caminamos por donde otros no observan camino, nuestros brazos se convierten en alas y avanzamos en Dios. Pero esto no culmina aquí, esto recién empieza…ha empezado la hora de sembrar.
4. Soñar nos lleva a sembrar, sembrar nos lleva a cosechar, cosechar nos lleva a seguir soñando.
“Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán.”
Jesús nos enseñó y nos pronosticó que en el mundo (sistema) tendremos aflicciones, pero que confiemos en Él ya que ha vencido a este sistema en la Cruz del Calvario (Juan 16:33). Seguramente las presiones tendrán la intención de hacer caer nuestro sueño, de hacernos rendir y de convencernos que nunca lo lograremos. Es ahí cuando en nuestra debilidad Dios se tiene que hacer fuerte en nosotros. No te humilles delante de la adversidad, humíllate bajo la poderosa mano de Dios.
Amigos míos, llorar por llorar no tiene sentido ni destino. Ahora, llorar delante de Dios por ver mi sueño hecho realidad es como echar un súper fertilizante a una planta. Esto acelerará el proceso y aumentará los frutos de nuestra cosecha.
LIBERTAD / SUEÑOS / VIDA / FAMILIA / ALEGRIA / GRANDES COSAS / LAGRIMAS / SIEMBRA / COSECHA / DIOS